Octobre 2021

NUESTRA HISTORIA: DE LA EIG A LA FTI, 80 AÑOS AL SERVICIO DE LA COMUNICACIÓN MULTILINGÜE

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Frise historique de la FTI


La creación de la Escuela de Intérpretes de Ginebra (EIG)

Antoine Velleman
Antoine Velleman

La Facultad de Traducción e Interpretación (FTI) existe en la actualidad gracias al espíritu visionario de un hombre excepcional: Antoine Velleman. Nacido en Viena en 1875, Velleman fue filólogo, lexicógrafo, políglota (hasta de doce lenguas, de las que dominaba ocho) e intérprete en la Sociedad de las Naciones. Gozó de gran estima por cualidades humanas como su capacidad pedagógica, su generosidad y su perseverancia. Su convicción de que el mundo no tardaría en necesitar a quienes él denominaba «intermediarios lingüísticos formados» lo llevó a fundar en 1941 la Escuela de Intérpretes de Ginebra (EIG), de la que fue administrador durante los diez primeros años.

Por su larga tradición en materia de colaboración internacional, Ginebra constituía el lugar idóneo para llevar a cabo ese proyecto. El 13 de mayo de 1941, a propuesta de Antoine Velleman, el Gobierno del cantón publicó el decreto por el que se creaba la EIG como instituto anexo a la Facultad de Letras de la Universidad de Ginebra. No obstante, el decreto también disponía que la EIG no debía generar gastos adicionales al cantón, por lo que las tasas de matrícula del alumnado fueron su principal fuente de financiación hasta 1946. El compromiso de Velleman con su proyecto se tradujo incluso en sacrificios económicos personales, por ejemplo, al albergar los servicios administrativos de la EIG en su propio despacho, en el número 5 de la avenida Marc-Monnier. Por su parte, el personal docente aceptó trabajar durante varios períodos sin recibir remuneración alguna. Ni los desafíos económicos ni los problemas de espacio ni la falta de afiliación directa a la Universidad mermaron el ahínco o la determinación de este pequeño grupo de pioneros.

«La decisión de hacerme intérprete fue algo bastante natural, pues, aunque estábamos en tiempos de guerra, esperábamos la llegada de la paz, que trae consigo negociaciones. Creíamos que sería una profesión interesante. Habíamos oído hablar de algunos de los intérpretes de la Sociedad de las Naciones, como Jean Herbert, que eran realmente impresionantes. En cierto modo, esperábamos imitarlos. Nos vimos envueltos en un verdadero torbellino que nos llevó a un ámbito nuevo y fascinante, pero no podíamos dejar de preguntarnos si no estaríamos quizá sirviendo como conejillos de Indias» (fragmento de la entrevista a Iris Vonow Dübler).

El éxito de la EIG fue inmediato en un contexto marcado por el final de la guerra y por las grandes conferencias multilingües celebradas en la Europa de la posguerra, como los juicios de Núremberg (1946). Las cifras hablan por sí solas: el primer año, el centro contaba con cuatro docentes y 20 estudiantes en cinco lenguas (inglés, alemán, italiano, español y francés); a finales del segundo año, ya eran 30 docentes y 200 aspirantes a intérpretes en 19 lenguas. Al comenzar el año académico 1944-1945, se alcanzó la cifra de 486 estudiantes y 25 lenguas. En 1947, ante el rápido crecimiento, la EIG cambió de sede por primera vez para ubicarse en un apartamento del número 4 de la calle Saint-Victor. En aquella época, la Escuela otorgaba títulos de traductor, intérprete-traductor e intérprete parlamentario.

Tras consagrar diez años a la expansión del centro, Antoine Velleman decidió retirarse y confiar la administración al historiador y lingüista Sven Stelling-Michaud, con quien compartía una visión de la interpretación íntimamente ligada a la política internacional. Durante los 17 años que ejerció como administrador, Stelling-Michaud trabajó sin descanso para elevar el prestigio de la EIG. Mientras que el método de enseñanza preconizado por Velleman revestía un carácter eminentemente práctico, Stelling-Michaud hizo más hincapié en la vocación universitaria de la EIG y se esforzó por seguir mejorando la calidad de la formación. Por ejemplo, en 1953, consiguió que se instalase un aula de interpretación simultánea (hasta entonces, solo se había enseñado la interpretación consecutiva). Gracias a una generosa donación de IBM, la nueva aula se dotó de diez cabinas y todo el material necesario para la enseñanza de la interpretación simultánea, que había empezado a extenderse a partir de los juicios de Núremberg.

La sala de interpretación simultánea de la EIGLa sala de interpretación simultánea de la EIG

En la misma época, se creó una biblioteca especializada en el sótano del edificio Bastions de la Universidad de Ginebra. La colección inicial, compuesta de libros del propio Antoine Velleman (diccionarios monolingües, multilingües y técnicos, así como obras sobre las principales instituciones internacionales), se fue ampliando posteriormente gracias a diversas donaciones.

La biblioteca de la EIG
La biblioteca de la EIG

El éxito de la EIG fue clave para separarse de la Facultad de Letras en 1955 y convertirse en uno de los cuatro institutos autónomos de la Universidad. Sven Stelling-Michaud impulsó también las relaciones internacionales del centro y fue uno de los promotores de la Conférence annuelle des directeurs des Écoles d’Interprètes Universitaires, cuyo fin era fomentar los intercambios en materia pedagógica, técnica y profesional entre las escuelas universitarias de intérpretes de Ginebra, Heidelberg, Maguncia-Germersheim, Sarrebruck, Viena, París, Trieste y Washington. Asimismo, en 1960, la EIG contribuyó a la creación de la red de escuelas universitarias CIUTI (Conférence internationale permanente d’instituts universitaires pour la formation de traducteurs et d’interprètes), un claro reflejo del afán por lograr el reconocimiento académico de estas nuevas disciplinas. Durante años, la EIG asumió las funciones de Secretaría General de esta red.

En 1968, Norbert Hugedé, filólogo y doctor en Letras de la Universidad de Ginebra, tomó las riendas de la administración, dando comienzo a una época de reformas. Coincidiendo con los movimientos de protesta de mayo de 1968, el nuevo administrador planteó consultas a los docentes y los estudiantes para determinar cómo revisar las asignaturas y el programa en su conjunto. Con el fin de preservar el nivel de la enseñanza y consolidar la profesionalidad de la EIG, Hugedé propuso reducir el número de lenguas ofertadas y uniformizar la calidad de las asignaturas y la formación. Hélène Pfaendler, una intérprete de la Organización Mundial de la Salud y docente de la EIG desde sus inicios (primero, de traducción y, después, de interpretación), colaboró estrechamente con Hugedé para articular y ejecutar estas reformas. El fondo «Hélène et Rosa Pfaendler», creado en virtud del testamento de esta última, madre de la docente, sigue brindando apoyo financiero a estudiantes de la Facultad de Traducción e Interpretación.

Aula de la EIG
Aula de la EIG

De la EIG a la ETI

En 1972, como culminación de la intensa labor de Norbert Hugedé y Hélène Pfaendler, el Gobierno del cantón de Ginebra aprobó el informe sobre la reforma de la EIG, que dio paso a tres grandes cambios. En primer lugar, el centro pasó a denominarse Escuela de Traducción e Interpretación (ETI), lo que dejaba patente la autonomía de la traducción frente a la interpretación, así como la vocación universitaria y no solamente profesional de la institución (frente a la expresión alternativa «traductores e intérpretes»). En segundo lugar, el número de lenguas de la oferta académica se limitó a siete: francés, alemán, italiano, inglés, español, árabe y ruso. Esta oferta sigue vigente en la actualidad. Por último, la estructura de la Escuela se adaptó por la escisión en dos programas, uno en Traducción y otro en Interpretación, y por la reorganización en tres departamentos: Lenguas Germánicas y Eslavas (traducción), Lenguas Mediterráneas (traducción) e Interpretación.

«En mi primer año de estudios, las asignaturas me parecieron muy generales, así que me alegré de que, después de la reforma, en mi segundo año, se hiciera hincapié en ramas más específicas y las asignaturas tuvieran más relación con la traducción profesional. […] Se introdujeron dos ramas de especialización: Economía y Derecho. Se empezó a ofrecer una especialización temática y también cambió el método de trabajo: antes, solo teníamos clases magistrales, salvo en las asignaturas de traducción; después, se introdujeron también seminarios de Economía y Derecho en lengua activa» (fragmento de la entrevista a Suzanne Ballansat-Aebi).

En 1973, con la entrada en vigor de la nueva Ley sobre la Universidad, se creó un puesto de presidenta o presidente (decana o decano a partir de 2011, cuando la Escuela se convirtió en Facultad). Las grandes figuras que han ocupado este prestigioso puesto siempre han buscado el equilibrio entre la formación universitaria y la formación profesional. La década de 1970 también se caracterizó por los intensos debates sobre el estatus del cuerpo docente y, en particular, cómo lograr un equilibrio acorde con sus competencias académicas y que a la vez les permitiese seguir ejerciendo su profesión en el campo de la traducción o la interpretación de conferencias.

La integración del ISSCO en la ETI

Creado en 1972 por la Fondation Dalle Molle, el ISSCO (Istituto Dalle Molle di Studi Semantici e Cognitivi) participó en los primeros proyectos de investigación sobre el procesamiento del lenguaje, especialmente en ciencias cognitivas y semántica. Asimismo, representó a Suiza en los grandes proyectos y programas europeos en ese ámbito, sobre todo, en materia de traducción automática. En 1976, el ISSCO se trasladó de Lugano a Ginebra e inició una colaboración formativa con la Universidad de Ginebra que posteriormente se desarrolló en la ETI. No obstante, el ISSCO mantuvo su independencia hasta 1998, cuando se integró en la ETI como Unidad de Tratamiento Informático Multilingüe (TIM).

«En 1979, el ISSCO participó en un proyecto muy importante de la Comisión Europea sobre la traducción asistida por ordenador. Creo que fue entonces cuando empezamos a colaborar con la ETI. […] Recuerdo que enseñábamos a nuestros y nuestras estudiantes de la Escuela de Traducción e Interpretación cómo usar los ordenadores para analizar las lenguas, las lenguas naturales. Éramos los primeros en hacerlo. En aquella época, la ETI era el único sitio que acogía actividades de esa índole. […]. Fue realmente un centro pionero» (fragmento de la entrevista a Margaret King).

En 1978, en su permanente afán por mejorar, la ETI se trasladó a las modernas instalaciones de los Cours Commerciaux de Genève, situadas en el número 19 de la plaza Augustins. Fue también en esa etapa cuando la informática irrumpió en la biblioteca de la ETI, la primera de la Universidad en dotarse de ordenadores y en integrar, ya en 1984, la red de bibliotecas universitarias de la Suiza francófona (Réseau romand des bibliothèques universitaires), cuyo catálogo está informatizado y se puede consultar en todo el país.

La biblioteca de la ETI en la plaza Augustins
La biblioteca de la ETI en la plaza Augustins

Catorce años más tarde, en 1992, la ETI se trasladó una vez más para establecerse en su emplazamiento actual, el edificio Uni Mail, en el número 40 del bulevar Pont-d’Arve, donde dispondría de más espacio y una infraestructura moderna.

Durante la década de 1990, aumentaron las conferencias, los congresos, la investigación, las relaciones internacionales, la movilidad de estudiantes y los intercambios. En 1996, la ETI volvió a innovar con la creación de un programa de formación de docentes de interpretación de conferencias. El centro también desempeñó un papel pionero en el ámbito de la traducción jurídica, como lo ilustra la creación del Groupe de recherche en jurilinguistique et traduction (GREJUT) en 1998. Además, la traducción jurídica se convirtió en una de las especializaciones de la nueva Licenciatura en Traducción y de los diplomas de estudios avanzados (DEA) que la ETI comenzó a ofrecer a partir del año académico 1999-2000.

Con el cambio de milenio, la ETI experimenta progresos considerables en materia de nuevas tecnologías, en gran medida por el impulso determinante de Margaret King y Bruno de Bessé. Durante la presidencia de este último, entre 1999 y 2005, se crearon dos diplomas innovadores, uno de estudios superiores especializados (DESS, por sus siglas en francés) y otro de DEA, en Terminología y Traducción Asistida por Ordenador (TAO). La Unidad de Terminología, que de Bessé fundó en 1987, se fusionó en 2003 con la Unidad de TIM, heredera del ISSCO, dando lugar al Departamento TIM. La llegada de la era digital también propició cambios en la formación de los intérpretes de conferencias, otro ámbito en el que la ETI destaca como centro pionero: en 2005, se introdujo un portal de aprendizaje virtual para la interpretación y, en 2007, empezaron las primeras pruebas para enseñar la interpretación a distancia.

De la ETI a la FTI

En 2005, el inicio del año académico supuso la transición al sistema de Bolonia, cuyo objetivo es la creación de un espacio europeo de educación superior. Suiza es uno de los más de cuarenta países que se han adherido a la llamada Declaración de Bolonia, que prevé la compatibilidad de los ciclos de grado, máster y doctorado en toda Europa, y facilita así la movilidad de estudiantes entre diferentes universidades y países. Bajo la dirección de Lance Hewson, que ejerció como decano de 2005 a 2008 y de 2010 a 2014, la implantación de la reforma de Bolonia conllevó numerosos ajustes para conseguir la armonización deseada. La ETI empezó a ofrecer un Grado en Comunicación Multilingüe, un Máster en Traducción y un Máster en Interpretación de Conferencias, así como un Doctorado, título que se otorgó por primera vez en 2006. La institución también aumentó su oferta de certificados complementarios y programas de formación continua. En 2011, habida cuenta de estas adaptaciones, el estatus de la ETI en la Universidad de Ginebra cambió por última vez para convertirse en Facultad de Traducción e Interpretación (FTI).


Imagen de la FTI en el edificio Uni Mail

«Ya habíamos hecho la transición al sistema de Bolonia, que hubo quien percibió como algo negativo, pues en la práctica se redujeron las horas dedicadas a enseñar la traducción propiamente dicha. No obstante, se puede sostener también que la educación de nivel universitario requiere asentar unas bases más amplias y abordar otras materias de una pertinencia indudable. La manera en que logramos organizar los programas de máster permitió elegir entre una orientación más práctica, dirigida claramente hacia la traducción profesional, y un enfoque centrado en el debate académico sobre la traducción, con vistas a cursar estudios doctorales, por ejemplo. Creo que esto funcionó muy bien, pues aumentó en muy poco tiempo el número de tesis doctorales, algo que considero un gran éxito» (fragmento de la entrevista a Lance Hewson).

Entre 2014 y 2018, bajo la dirección de Fernando Prieto Ramos, la FTI introdujo innovaciones pedagógicas y tecnológicas para adaptarse a la evolución de las profesiones lingüísticas. Se revisaron los planes de estudios del Grado en Comunicación Multilingüe y del Máster en Traducción, que se transformó en varios programas con diversos itinerarios: Traducción Especializada (MATS), con cuatro especializaciones posibles; Traducción y Tecnología (MATT), que abarca tres itinerarios; y Traducción y Comunicación Especializada Multilingüe (MATCOM). También se creó un nuevo Máster en Tratamiento Informático Multilingüe (MATIM), así como una escuela doctoral en línea. Además, la FTI fue uno de los miembros fundadores de la red International Doctorate in Translation Studies (ID-TS).

A su vez, el desarrollo de la oferta académica refleja la evolución de los proyectos de investigación de la Facultad, que han registrado un gran auge. La exploración de nuevas líneas de investigación ha conducido a proyectos de envergadura, algunos de ellos en el marco de programas europeos. Sirvan como ejemplos: ACCEPT (Automated Community Content Editing PorTal), en el Departamento TIM; MIME (Mobility and Inclusion in a Multilingual Europe), en el Observatorio ÉLF (Economía-Lenguas-Formación), ligado al Departamento de Traducción; LETRINT (Legal Translation in International Institutional Settings), en el Centro de Estudios de Traducción Jurídica e Institucional (Transius); o BabelDr, un sistema de traducción automática del discurso médico, desarrollado por el Departamento TIM en colaboración con el Hospital Universitario de Ginebra, que lo emplea en sus servicios de urgencias.

En 2019, se introdujo el primer Grado en Comunicación Multilingüe a distancia para estudiantes de lengua A árabe y lenguas B francesa e inglesa. En 2021, también la lengua de signos se ha sumado a la oferta de la FTI, tanto en el Grado como mediante un nuevo Certificado en Comunicación Multilingüe, en el marco de un nuevo centro dedicado a la comunicación sin barreras.

Como ilustra este recorrido histórico, la FTI es un centro pionero ligado a la denominada «Ginebra internacional», capital mundial de la traducción y la interpretación. La institución ha destacado por la calidad de todas sus actividades académicas, desde los orígenes de la pequeña escuela de Antoine Velleman, exclusivamente dedicada a la formación profesional, hasta convertirse con el paso del tiempo en un centro de excelencia en materia de investigación e innovación tanto en traducción como en interpretación. Hoy en día, la FTI forma parte de las redes de mayor renombre en sus disciplinas y atrae a estudiantes de todo el mundo por la excelencia de sus programas, las diversas combinaciones lingüísticas que ofrece y las múltiples salidas profesionales a las que da acceso. Respaldada por la experiencia de un cuerpo docente que con frecuencia procede de las organizaciones internacionales, la institución ha sabido adaptar su oferta académica a los desafíos del mundo profesional y a los avances científicos.

Así pues, ochenta años después de su creación, la FTI sigue guiada por el espíritu visionario de su fundador y por el objetivo que este se había fijado, siempre en aras de la excelencia y el servicio a la comunidad.


Fuentes utilizadas para la elaboración de este artículo:

CAPEL ESTEVE, Carmen M., CHAZAL, Axelle. Les études en interprétation de conférence à l'ETI : Avant, pendant et après. Tesina de Máster en Interpretación de Conferencias, Universidad de Ginebra, 2010, 93 pp.

DURET, Patrice. L’ETI : Toute une histoire… L’école de traduction et d’interprétation de 1941 à 1993. Trabajo de final de estudios de Biblioteconomía no publicado (BBS), 1998, 45 pp.

Historique de l’ETI, 1941-1975, 1976-2010 (colecciones de archivos).

PRIETO RAMOS, Fernando. Legal Translation Studies as Interdiscipline: Scope and Evolution. Meta: Translators' Journal, 2014, 59(2), pp. 260-277. doi: 10.7202/1027475ar.

TRUFFAUT, Louis. L’école de traduction et d’interprétation de l’Université de Genève. Cahiers européens - Europäische Hefte - Notes from Europe, n.o 2,‎ 1980, pp. 82-96.


Presidentas y presidentes entre 1973 y 2011
Decanas y decanos a partir de 2011

1973 - 1978 Ronald Williams
1978 - 1981 Louis Truffaut
1981 - 1984 Ronald Williams
1984 - 1987 Marguerite Wieser
1987 - 1990 Ronald Williams
1990 - 1996 Louis Truffaut
1996 - 1999 Albert Ribas-Pujol
1999 - 2005 Bruno de Bessé
2005 - 2008 Lance Hewson
2008 - 2010 Hannelore Lee-Jahnke
2010 - 2014 Lance Hewson
2014 – 2018 Fernando Prieto Ramos
2018 – 2022 Pierrette Bouillon

Traducción : Nicolás Gonzalez Granado, Fernando Prieto Ramos